Este enfoque de inversión integra los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) en el proceso de análisis y selección de activos. Dicho proceso puede comenzar por la simple voluntad de reducir los riesgos ligados a estos factores (p. ej.: análisis de controversias y conductas indebidas de las empresas) hasta abarcar un planteamiento más exhaustivo de tipo «best-in-universe», donde solo las empresas con las máximas puntuaciones ASG se incluyen en las carteras.

Se trata de un cambio de paradigma respecto al enfoque tradicional de la inversión, pero en concreto ¿Cómo estos conceptos se integran en una gestión? Para aportar más claridad a este tema, Juan Carlos Durán, asesor de banca privada para España de Banque de Luxembourg, analiza los diferentes enfoques.

Desde hace más de 100 años, los equipos de expertos de la Banque de Luxembourg acompañan a sus clientes en su estrategia inversora: priorizar la protección del capital y la regularidad en la rentabilidad de sus inversiones y esto además considerando los criterios ASG.