El impacto de la inteligencia artificial para los profesionales del sector jurídico de la industria financiera

El uso y desarrollo de la inteligencia artificial (IA) ha aumentado de manera significativa en los últimos diez años y ahora es un tema candente en casi todos los sectores.     

La IA, que puede entenderse como «la capacidad que puede tener una máquina para realizar una tarea que normalmente se asocia a la inteligencia humana» (por ejemplo, el aprendizaje o la resolución de problemas), también ha empezado a aplicarse en el sector financiero con, entre otros, fines comerciales y jurídicos. 

En este artículo, vamos a explicar qué impacto tiene actualmente la IA en el sector financiero y, en particular, cómo utilizan o pueden utilizar las herramientas de IA los profesionales del ámbito jurídico en esta industria.

¿Cómo se está utilizando la IA en el sector financiero para fines comerciales? 

La aplicación de la tecnología de IA por parte de entidades del sector financiero ya ha comenzado, principalmente en relación con las siguientes actividades:  

Evaluación y gestión de riesgos: las entidades financieras utilizan algoritmos de aprendizaje automático para llevar a cabo actividades de evaluación de riesgos, como la evaluación y determinación de la elegibilidad de un solicitante para la concesión de un préstamo. Esto se ajusta a la política interna de la institución con respecto a la aprobación del crédito y tiene como objetivo hacer que el proceso sea más eficiente. Los bancos están obligados a contar con una normativa detallada y específica sobre el riesgo de crédito y la incorporación de los clientes. Los bancos también están utilizando herramientas de IA con el fin de identificar los riesgos de una manera más eficiente y precisa, lo que les permite, en cierta medida, anticiparse a un impago de los préstamos o prevenir posibles ciberataques.

Detección de fraudes: Se han desarrollado herramientas de IA para analizar el comportamiento de los clientes y detectar cualquier cosa que fuera anormal o contradictoria con los patrones tradicionales de un cliente y activar una alerta interna. Esto es especialmente importante teniendo en cuenta las obligaciones cada vez más exigentes en materia de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo (AML/TF). 

Negociación algorítmica: el uso de herramientas de IA también se está desarrollando en términos de (i) análisis de grandes volúmenes de datos de patrones de mercado y desarrollo de algoritmos que pueden ayudar a predecir cómo evolucionarán los mercados y (ii) gasto de las tareas relacionadas con la negociación, por lo que simplifica la actividad y la hace más rápida. La negociación algorítmica es algo que ha sido objeto de regulación y supervisión, en particular desde la introducción de la MiFID II.

¿Cómo utilizan la IA los profesionales del sector jurídico en la industria financiera? 

La tecnología de IA puede ser utilizada por los profesionales del sector jurídico en la industria financiera de diferentes maneras:

Entre los múltiples usos que pueden tener estas herramientas, los que están empezando a tener un mayor impacto son la generación automática de contratos basados en plantillas así como el uso de contratos legales inteligentes (que, dependiendo de su especificidad, pueden ser ejecutados de forma automática), la búsqueda de jurisprudencia a través de grandes programas de modelos lingüísticos, la traducción instantánea de documentación o incluso la gestión de la correspondencia con diferentes clientes. 

La automatización de estas tareas puede permitir a los profesionales del ámbito jurídico centrarse en otras tareas de mayor valor añadido o que requieran una valoración y/o aportación más personal.

Las herramientas de IA también se están extendiendo al ámbito de la fiscalidad. La automatización de la recopilación, la clasificación y el análisis de datos financieros ya ha mejorado significativamente la realización de tareas repetitivas pero obligatorias para el cumplimiento de las obligaciones fiscales y las declaraciones fiscales. A modo de ejemplo, las herramientas de automatización se utilizan cada vez más para la preparación de declaraciones fiscales, pero también para la emisión de los distintos tipos de análisis de precios de transferencia. 

 

También se espera que las herramientas de IA se utilicen cada vez más con fines de auditoría fiscal, y más concretamente por parte de las autoridades fiscales. Vemos a las autoridades adoptando esta tecnología y esperamos que la utilicen cada vez más para comprobar la exactitud y la corrección de la información proporcionada por los contribuyentes, de modo que la IA sería una herramienta adicional en su armadura para evitar la evasión y el fraude fiscales.

Sin embargo, la IA puede encontrar sus límites en el ámbito jurídico. El derecho y la fiscalidad requieren el análisis y la interpretación de las leyes pertinentes y su aplicación a los hechos concretos. Por tanto, puede parecer difícil de aplicar en la práctica. El uso de bases de datos jurídicas es un primer paso, pero la realización de un análisis fiscal completo o la optimización fiscal (sin entrar en el ámbito de la evasión fiscal) o la emisión de opiniones de carácter jurídico sobre diversos temas, la capacidad de remarcar recomendaciones y señalar elementos a tener en cuenta parecen no ser sustituibles por este tipo de herramientas de IA.

Riesgos asociados al uso de herramientas de IA

El uso de herramientas de IA para asuntos jurídicos, aun siendo una oportunidad, requiere la supervisión de los siguientes riesgos demostrados:  

Falta de exactitud de la información: la mayoría de las herramientas de IA existentes utilizan la información disponible en la fecha de la última versión del software o programa, lo que puede dar lugar a información desactualizada y, por tanto, a errores. 

Problemas de identificación de las fuentes de información: dado que las versiones actuales de las herramientas de IA cruzan información de distintas fuentes y la compilan para ofrecer un resultado consolidado, es difícil garantizar la exactitud y la fiabilidad de la información recibida. 

Alteraciones del programa o informaciones inventadas: se ha observado que las herramientas de IA pueden proporcionar información inventada. Esto también es un obstáculo para la fiabilidad de la herramienta en lo que respecta a la naturaleza de la información recopilada. 

Confidencialidad: teniendo en cuenta que hay un gran número de herramientas de IA disponibles públicamente, los profesionales del sector jurídico que las utilizan deben estar atentos y evitar compartir involuntariamente información personal o privada en estas herramientas públicas. Esto podría constituir un incumplimiento de la ley y especialmente para los abogados en lo que respecta a su deber legal de confidencialidad.

Protección de los consumidores: las entidades financieras que utilicen herramientas de IA con los consumidores deben ser extremadamente cuidadosas con el cumplimiento de la normativa sobre consumidores, en particular en relación con la transparencia exigida a la entidad de crédito y los derechos específicos de los consumidores.

¿Cómo está transformando la IA la profesión jurídica en el sector financiero?

Las herramientas de IA ya han empezado a tener un impacto significativo en el sector financiero, así como implicaciones prácticas para nuestras actividades dentro del bufete. A medida que nuestros clientes se interesan cada vez más por este tema, les ayudamos a navegar por los riesgos jurídicos y normativos que esto conlleva. Cabe destacar que esta nueva tecnología tiene limitaciones y los abogados seguirán desempeñando un papel crucial en la verificación de la exactitud y el cumplimiento de la información proporcionada por las herramientas de IA. Lo que sí vemos es a muchos abogados aprendiendo a adaptarse a este panorama evolutivo y recibiendo la formación tecnológica adecuada. Esto también es importante para poder entender cómo operan nuestros clientes. 

Los legisladores también están reaccionando a esta nueva tendencia y la Comisión Europea, como parte de su estrategia digital, propuso el primer marco regulador de la UE para la IA en abril de 2021. La propuesta, conocida como la Ley de IA, se centra en el fortalecimiento de las normas en torno a la calidad de los datos, la transparencia, la supervisión humana y la rendición de cuentas. A principios de este verano, la propuesta fue aprobada por el Parlamento Europeo y los Estados miembros esperan llegar a un acuerdo sobre el texto a finales de 2023. 

En nuestra opinión, la IA no significa el fin de la profesión jurídica ni la sustitución de los abogados por robots, sino más bien un medio para lograr una mayor eficacia y eficiencia en los procesos para los clientes. Mientras tanto, seguiremos asesorando a nuestros clientes sobre estos avances. 

 

Autores

Julie Carbiener

Partner

Simmons & Simmons Luxembourg LLP

Camille Benezet

Managing Associate

Simmons & Simmons Luxembourg LLP

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